La felicidad ligada a la lectura por Antonella Prado
Después de la lecutra de la novela "Farenheit 451", de Ray Bradbury, puedo distinguir y mencionar que se pretende mostrar un mundo inauténticamente feliz, que se mueve a partir de las manifestaciones colectivas de una sociedad adormecida por un poder que les imposibilita cuestionarse sobre su existencia, quitándoles la posibilidad de pensar.
La felicidad aparente es fuente fundamental del orden social específico que presenta el consumismo adoptado por los creadores de las nuevas tecnologías, confrontada a la verdadera felicidad, que supone la lectura como un elemento o herramienta de salvación sobre los límites establecidos por el poder. "Los sujetos son sujetados" (Focualt, citado por José Pablo Feinmann)
Guy Montag es un bombero de una sociedad futurista en la que junto a sus compañeros de trabajo tienen la misión de provocar incendios, en lugar de apagarlos. En este mundo, regularizado por las normas del cuartel de bomberos como sistema de poder absoluto, los libros están prohibidos, por lo que se los quema, porque "Los libros están para mostrarnos lo tontos y estúpidos que somos" (Bradbury, 1953)
La vida del bomberp cambia cuando conoce a Clarisse McClellan, una joven de diecisiete años que es vecina suya, esta señorita es demasiado "rara" para Montag y comenta que habla todo el tiempo, es un bicho raro según los parámetros que rigen el mundo consumista. Clarisse genera grandes cambios en Montag, como hacer que piense por él mismo y no por lo que le dicen, que la opinión diferente y autónoma es una opción y como tal no es necesario seguir las decisiones que tomen otros, pòr lo tanto, moviliza radicalmente el pensamiento del bombero. Durante una de sus conversaciones, Clarisse cuestiona su felicidad: "¿Es usted feliz?" (Bradbury, 1953) Es aquí cuando cree que lo es, pero descubre tristemente que no es verdaderamente feliz.
Mientras más habla Clarisse para que Montag comprenda que los libros son la fuente de la libertad de una sociedad que obliga al conformismo de los ciudadanos mediante el consumo de la tecnología, Montag se manifiesta descontento con su vida. "La diversión lo es todo. Y, sin embargo, sigo aquí sentado, diciéndome que no soy feliz, que no soy feliz" (Bradbury, 1953)
Entonces, comienza a cuestionar si es que los libros son tan malos como se dice, pero su jefe, Beatty, le recuerda el peligro que representan los libros cotidianamente: "Está prohibido por la ley" (Bradbury, 1953)
Los libros que son un tema cuestionado y erradicado del "mundo feliz" de Montag, para Clarisse son la ventana perfecta al mundo real y auténtico, que puede brindar el conocimiento que finalizaría con la ignorancia y el ocio mal utilizado, como lo es mirar televisión, lo cual imposibilita pensar. Para esta joven mientra uno más lea, más libre podrá ser: ¿Quién sabe cuál podría ser el adjetivo del hombre que leyese mucho?" (Bradbury, 1953)
Sin embargo, mucha de la gente que vive en este mundo infeliz, no se plantea cuestiones que para el poder no están bien vistas preguntar, porque están atemorizados de que les quemaran su casa, y por eso no leen. "¿Se da cuenta, ahora de por qué los libros son odiados y temidos?"(Bradbury, 1953) Montag teme que Beatty lo descubra, pero al final de cuentas él mata a su compañero de incendios, porque entendió que los libros no tienen maldad alguna, sino solamente dar conocimiento a los que lo necesitan y solicitan, como algo que humaniza y otorga el privilegio de transmitirlo como ofrenda.
En conclusión, es verdaderamente oportuno, detenernos un minuto y considerar, profundamente, que los libros y más específicamente la lectura, es un camino de ida que tiene como meta el destino que nos propongamos. La lectura da claridad a nuestra vida, y es nuestra primer maestra. "Quizá los libros nos saquen un poco de esta oscuridad. Quizá eviten que cometamos los mismos errores." (Bradbury, 1953)
La felicidad aparente es fuente fundamental del orden social específico que presenta el consumismo adoptado por los creadores de las nuevas tecnologías, confrontada a la verdadera felicidad, que supone la lectura como un elemento o herramienta de salvación sobre los límites establecidos por el poder. "Los sujetos son sujetados" (Focualt, citado por José Pablo Feinmann)
Guy Montag es un bombero de una sociedad futurista en la que junto a sus compañeros de trabajo tienen la misión de provocar incendios, en lugar de apagarlos. En este mundo, regularizado por las normas del cuartel de bomberos como sistema de poder absoluto, los libros están prohibidos, por lo que se los quema, porque "Los libros están para mostrarnos lo tontos y estúpidos que somos" (Bradbury, 1953)
La vida del bomberp cambia cuando conoce a Clarisse McClellan, una joven de diecisiete años que es vecina suya, esta señorita es demasiado "rara" para Montag y comenta que habla todo el tiempo, es un bicho raro según los parámetros que rigen el mundo consumista. Clarisse genera grandes cambios en Montag, como hacer que piense por él mismo y no por lo que le dicen, que la opinión diferente y autónoma es una opción y como tal no es necesario seguir las decisiones que tomen otros, pòr lo tanto, moviliza radicalmente el pensamiento del bombero. Durante una de sus conversaciones, Clarisse cuestiona su felicidad: "¿Es usted feliz?" (Bradbury, 1953) Es aquí cuando cree que lo es, pero descubre tristemente que no es verdaderamente feliz.
Mientras más habla Clarisse para que Montag comprenda que los libros son la fuente de la libertad de una sociedad que obliga al conformismo de los ciudadanos mediante el consumo de la tecnología, Montag se manifiesta descontento con su vida. "La diversión lo es todo. Y, sin embargo, sigo aquí sentado, diciéndome que no soy feliz, que no soy feliz" (Bradbury, 1953)
Entonces, comienza a cuestionar si es que los libros son tan malos como se dice, pero su jefe, Beatty, le recuerda el peligro que representan los libros cotidianamente: "Está prohibido por la ley" (Bradbury, 1953)
Los libros que son un tema cuestionado y erradicado del "mundo feliz" de Montag, para Clarisse son la ventana perfecta al mundo real y auténtico, que puede brindar el conocimiento que finalizaría con la ignorancia y el ocio mal utilizado, como lo es mirar televisión, lo cual imposibilita pensar. Para esta joven mientra uno más lea, más libre podrá ser: ¿Quién sabe cuál podría ser el adjetivo del hombre que leyese mucho?" (Bradbury, 1953)
Sin embargo, mucha de la gente que vive en este mundo infeliz, no se plantea cuestiones que para el poder no están bien vistas preguntar, porque están atemorizados de que les quemaran su casa, y por eso no leen. "¿Se da cuenta, ahora de por qué los libros son odiados y temidos?"(Bradbury, 1953) Montag teme que Beatty lo descubra, pero al final de cuentas él mata a su compañero de incendios, porque entendió que los libros no tienen maldad alguna, sino solamente dar conocimiento a los que lo necesitan y solicitan, como algo que humaniza y otorga el privilegio de transmitirlo como ofrenda.
En conclusión, es verdaderamente oportuno, detenernos un minuto y considerar, profundamente, que los libros y más específicamente la lectura, es un camino de ida que tiene como meta el destino que nos propongamos. La lectura da claridad a nuestra vida, y es nuestra primer maestra. "Quizá los libros nos saquen un poco de esta oscuridad. Quizá eviten que cometamos los mismos errores." (Bradbury, 1953)
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