El tiempo dirá el final.

La novela narra la historia de un joven llamado Michael Berg que desde su adolescencia, con 15 años de edad y en pleno desarrollo educativo en la secundaria, por causalidad conoce a una mujer del doble de edad que el, que se convertirá en lo pasional y enigmático que lo persigue a lo largo de su vida. Ella, Hanna Schmitz, una mujer de cuerpo robusto, firme, musculoso que ha atravesado por una historia bastante cruel y difícil, con un inconveniente que la condena y la limita a lo largo de su vida, hasta lograr solucionarse un tiempo antes de que ésta se termine.
La relación entre ellos se caracteriza por ser pasional y clandestina por la amplia diferencia de edad que los separaba, no es vista como una relación aceptada legal y socialmente. Debido a esto ellos debían esconderse de que las demás personas los vieron juntos. Michael estaba muy enganchado con ella, ya que tenían una atracción sexual muy fuerte de ambas partes y Hanna era su primer mujer, amaba cada particularidad de ella, hasta sus olores y expresiones corporales. Por esos motivos no logró olvidar esos momentos con ella al pasar de los años.
El punto central de la historia se basa en los juicios contra los crímenes realizados durante la Segunda Guerra Mundial a cinco mujeres que en ese momento eran guardianas de la SS. Una de ellas es Hanna, que luego de siete años se reencuentra con Michael en las sesiones del juicio, ya que el estudiaba derecho y en sus practicas debía presenciarlas.
Gracias a ese desenlace me gustaría analizar la imagen de Hanna, que durante la novela esconde muchos secretos, de los cuales no pudimos develar por dichos de ella hasta el final. Como ser el motivo por el cuál ella aceptó la condena por escribir un libro, que era incorrecto porque ella era analfabeta, pero, prefirió aceptar esa injusticia antes que develar lo que la avergonzaría delante de todas las personas presentes en el juicio.
Desde mi punto de vista, es un personaje muy interesante porque al saber su pasado pude entender el motivo de porqué ella en el holocausto fue fría y siguió sin dudar las reglas que le imponían sus superiores, intentaba no llamar la atención para así no tener que contar su secreto que en cualquier momento podría saltar a la verdad.
Así fue con Michael, sin contarle ningún hecho de su vida en el pasado, solo disfrutaba de una relación sanguínea  y fugaz que se había convertido en una rutina. Esto llevó a que él se hiciera muchas preguntas sobre las acciones que ella realizaba, sus modos de actuar y, solucionando eso poder librarse de la culpa que llevaba por haberla traicionado.
Finalizando, esta novela nos enseña que apesar de las circunstancias donde ocurra, los antepasados que vienen con cada persona, el pasar de los años y del desarrollo profesional y personal en nuestra vida, siempre vamos a recordar aquellas personas que en su momento nos hicieron felices, que nos transportaron hacia lugares imaginarios y con las que realizamos cosas que con otras no. Cada persona deja su marca en nosotros y al pasar de los años aprendemos de esas experiencias.  

Candelaria López.

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